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Aeropuerto Internacional Capitán FAP José A. Quiñones

El Aeropuerto Internacional Capitán FAP José Abelardo Quiñones Gonzáles, ubicado en Chiclayo, Perú, fue inaugurado el 16 de abril de 1956. En marzo de 1994, fue ascendido a la categoría de aeropuerto internacional. Lleva el nombre del héroe nacional José Quiñones Gonzales, originario de Pimentel. Desde marzo de 2008, es operado por la empresa privada Aeropuertos del Perú, que obtuvo la concesión en 2006. Este aeropuerto es el principal terminal del departamento de Lambayeque y actualmente recibe vuelos de Copa Airlines, LATAM Perú y Star Perú.

En 2015, se planificó una importante remodelación del aeropuerto con una inversión superior a los 350 millones de soles. Esta modernización incluye la rehabilitación integral de la pista de aterrizaje y la construcción de un nuevo terminal de pasajeros. Las obras, que comenzaron en el segundo semestre de 2015, también abarcan el acondicionamiento de las instalaciones para la exportación de bienes regionales. La pista de aterrizaje será completamente reemplazada por una nueva de concreto de 35 cm de espesor, capaz de recibir aviones de gran tonelaje. Los primeros siete meses de las obras se dedicarán a la ampliación de la pista temporal de la base aérea de la FAP, contigua al aeropuerto, y el resto de los trabajos se completarán en 11 meses. Una segunda fase proyectada por la autoridad regional de Transportes de Lambayeque incluirá la ampliación de las instalaciones y la instalación de mangas de abordaje para los pasajeros.

Entre 2016 y 2021, Aeropuertos del Perú tiene un plan de renovación que requiere una inversión de 260 millones de dólares. Este plan incluye la mejora de la pista y la ampliación del terminal de pasajeros, con el objetivo de establecer una nueva ruta internacional a Panamá operada por Copa Airlines. Chiclayo, debido a su ubicación estratégica, tiene el potencial de convertirse en un hub internacional para la Macro Región Norte, facilitando la comunicación con ciudades como Trujillo, Piura e Iquitos, y movilizando a 5.5 millones de pasajeros.

En 2019, comenzaron oficialmente los trabajos de rehabilitación de la pista de aterrizaje, balizaje y cerco perimétrico, con una inversión de 43 millones de dólares. Esta primera etapa de obras, que incluye la implementación de plataformas, sistemas de drenaje y una pista de rodaje paralela, está prevista para completarse en julio de 2020. Posteriormente, se iniciará la construcción del nuevo terminal de pasajeros al sur del actual.

En 2017, la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) tenía como objetivo promover más vuelos a destinos del nororiente del país, incluyendo Chiclayo, Cajamarca, Jaén, Chachapoyas y Tarapoto, así como vuelos transfronterizos con Ecuador. Para ello, se consideraron incentivos como la subvención de pasajes para fomentar estos vuelos comerciales. Esta política, junto con la próxima remodelación del aeropuerto, busca consolidar a Chiclayo como un hub para el nororiente del país.

Clima de Chiclayo

Chiclayo, una ciudad ubicada en una región tropical cercana al Ecuador, experimenta un clima subtropical más templado y seco de lo que se podría esperar. A pesar de su latitud norteña, escapa del fenómeno de inversión térmica de la costa central peruana, lo que la hace más cálida que ciudades como Trujillo, Chimbote y Lima. Los veranos son calurosos, con temperaturas que oscilan entre los 27°C y 30°C durante el día y entre los 19°C y 21°C por la noche, con picos de hasta 33°C durante febrero y marzo. Este clima prolongado y cálido, que dura unos 6 meses, la convierte en un destino ideal para disfrutar de sus balnearios como Puerto Eten y Pimentel.

Los inviernos, de julio a septiembre, son considerablemente más suaves que en otras partes de la costa central del país, con temperaturas diurnas que van de los 21°C a los 24°C y noches ventosas pero menos húmedas. A pesar de la presencia ocasional de vientos fuertes que refrescan el verano, la sensación térmica puede ser más elevada de lo esperado, especialmente durante los picos de calor asociados al Fenómeno del Niño, que ocurre cada 7, 10 o 15 años. Durante el Fenómeno del Niño de 1998, Chiclayo experimentó lluvias intensas y tormentas poderosas, con registros de hasta 100 mm de lluvia por día en febrero. Sin embargo, en general, la ciudad disfruta de un clima seco con una gran cantidad de horas soleadas al año, lo que la hace diferente de otras ciudades costeras del Perú.

Historia de Chiclayo

La historia de Chiclayo se remonta a la época precolombina, cuando la civilización Moche dominó la región entre los siglos I y VII d.C. Se destacaron por su ingeniería hidráulica y habilidades en cerámica y metalurgia. Desafortunadamente, sucumbieron a los estragos de El Niño. Luego, la civilización Lambayeque, influenciada por los Moche, floreció entre los siglos VIII y XIV d.C., destacándose en arquitectura y orfebrería, pero también sucumbió a desastres naturales.

Tras la era de los Lambayeque, llegó el Reino Chimú, que absorbió su legado y fue conquistado por los incas. Durante la época colonial, Chiclayo fue fundada por órdenes del virrey Francisco de Toledo en el siglo XVI, con la construcción de una iglesia y un convento franciscano para evangelizar a los nativos. Más tarde, se integró al Virreinato del Perú como parte de la Intendencia de Trujillo.

En la época republicana, Chiclayo respaldó la causa independentista y fue reconocida como ciudad heroica. Posteriormente, en el siglo XIX, se consolidó como una ciudad estratégica en la red de comunicaciones del país. Hoy, Chiclayo es una próspera ciudad comercial y financiera, con una vibrante actividad comercial y una infraestructura moderna. Conocida como la «Capital de la amistad» y la «Perla del Norte» del Perú, se destaca como una de las ciudades más importantes del país.

¿Cuál es el origen del nombre de Chiclayo?

Chiclayo, un nombre con raíces indígenas americanas, ha sido documentado desde el siglo XVI, aunque su origen exacto sigue siendo incierto. Se cree que podría estar relacionado con el término «chiclayo», que se refiere a una calabaza utilizada en la región para hacer dulces. Esta palabra tiene similitudes con el fitónimo mexicano «chilacayote», que se refiere al mismo tipo de planta y fruto.

Diversas teorías intentan explicar el origen de este nombre. Algunos sugieren que podría estar vinculado a un supuesto fundador llamado Juan Chiclayo, mientras que otros proponen que podría derivar de un indígena encargado del transporte de yeso entre ciudades cercanas. También se han propuesto etimologías en el idioma mochica, aunque con menos respaldo. Una teoría plantea una posible conexión con el quechua, sugiriendo que podría significar «(lugar) que posee verdor».

Además de su registro en español, el nombre aparece como topónimo en la gramática del idioma mochica del siglo XVII, escrito como «Cɥiclaiæp». Sin embargo, la reconstrucción precisa de los sonidos representados en esta ortografía sigue siendo objeto de debate entre los especialistas.