El complejo arqueológico de Ancón, ubicado en la costa central del Perú al norte de la bahía de Ancón, destaca por su vasta necrópolis prehispánica, evidenciando una ocupación continua desde hace unos 10 000 años. Situado a 42 km al norte de Lima, este balneario históricamente reconocido fue escenario del Tratado de paz entre Perú y Chile en 1883, convirtiéndose luego en un exclusivo destino turístico.
El sitio arqueológico se extiende al norte de la bahía de Ancón y al oeste de la Carretera Panamericana, revelando una ocupación cultural que abarca desde el Periodo Lítico Andino hasta la época inca, pasando por la historia colonial y republicana. A pesar del saqueo por parte de los huaqueros desde la época colonial, las investigaciones científicas se han desarrollado desde el siglo XIX hasta la actualidad, revelando una rica historia.
Diversos estudios realizados por investigadores como Wilhelm Reiss, Alphons Stübel, Max Uhle, entre otros, han permitido desenterrar numerosos contextos funerarios y ampliar el conocimiento sobre la necrópolis de Ancón. Las excavaciones, que datan desde 1870 hasta la actualidad, han revelado una riqueza cultural sorprendente, desde elementos de las culturas Chavín hasta la época inca.
La descripción del sitio ha evolucionado, pasando de considerarse principalmente funerario a reconocerse como un vasto yacimiento de ocupación prolongada. Se han identificado áreas de vivienda que datan desde el Horizonte Medio hasta el Horizonte Tardío, abarcando la época inca. Además, se distinguen diversas zonas arqueológicas como Las Colinas, Necrópolis, Fortaleza, entre otras.
La presencia humana en Ancón se remonta al periodo lítico, hace unos 10 000 años, como lo demuestran los campamentos líticos descubiertos en las pampas de Ancón y Piedras Gordas. Durante el periodo arcaico, la bahía de Ancón albergó a pueblos sedentarios dedicados a la pesca y recolección de mariscos, evidenciado por la presencia de conchales en la zona de Las Colinas.
El Museo de Sitio de Ancón, inaugurado en 1993, alberga una vasta colección de más de 2,500 piezas excavadas en el área arqueológica, incluyendo cerámica, textiles y fardos funerarios. Este museo, pionero en el Perú, cuenta con un inventario completo y un catálogo digital de sus piezas, contribuyendo a preservar y difundir la rica historia de Ancón.