Ubicado en el centro histórico de Lima, Perú, el Damero de Pizarro, también conocido como Lima cuadrada, emerge como una joya arquitectónica que refleja los cimientos mismos de la ciudad. Este distrito se enclava dentro de las antiguas murallas de la ciudad y abarca 117 manzanas, cada una meticulosamente dividida en cuatro solares, delineando un patrón urbano único.

Limitado al norte por el río Rímac, al este por la avenida Abancay, al sur por la avenida Nicolás de Piérola (antes conocida como Ex-Colmena), y al oeste por la avenida Tacna, el Damero de Pizarro se erige como el epicentro histórico y geográfico de Lima. Su designación proviene no solo de su antigüedad, sino también de su trazado, que sigue fielmente el estilo clásico español, con calles y avenidas que se entrecruzan formando manzanas cuadradas y homogéneas.

Esta área alberga algunos de los monumentos históricos más emblemáticos de Lima, así como varios edificios gubernamentales prominentes, entre ellos el imponente Palacio de Gobierno y el Palacio Municipal. Además, está salpicada de una rica colección de iglesias, incluyendo la majestuosa Catedral de Lima. Con el objetivo de preservar su herencia cultural, se ha declarado esta zona como intangible, prohibiendo el paso de vehículos y las aglomeraciones que podrían degradar su valor histórico.

De acuerdo con el mapa de zonificación del distrito de Lima, la mayoría de las manzanas en el Damero de Pizarro están categorizadas bajo la zonificación ZTE1, lo que resalta su importancia como un área de especial interés urbanístico y cultural. Este distrito no solo es un testimonio vivo del pasado colonial de Lima, sino que también sirve como un recordatorio tangible de la rica historia y la identidad arraigada de la ciudad. En medio del bullicio moderno, el Damero de Pizarro permanece como un faro de la historia, atrayendo a visitantes de todo el mundo para maravillarse con su esplendor arquitectónico y sumergirse en su legado cultural.