Visita las Catacumbas de Lima


Las Criptas de Lima, emplazadas en la capital peruana, constituyen uno de los camposantos más añejos y célebres de la región. Ubicadas en la Basílica y Convento de San Francisco de Lima, esta red subterránea de túneles y sepulcros, conocida por su monumentalidad, remonta su origen a tiempos coloniales.

Durante el auge del Virreinato del Perú en el siglo XVI, los españoles establecieron la práctica de enterramientos en el subsuelo de los templos. Este acto, concebido en la creencia de una mayor proximidad con lo divino, impulsó la construcción de criptas bajo las iglesias. Así, el conjunto monumental de San Francisco, erigido en 1546, englobó tres templos que, con sus claustros y patios, dieron vida al hoy reconocido Convento de San Francisco. A lo largo de su historia, estas criptas albergaron hasta 25.000 cuerpos, testigos mudos de épocas pasadas.

La técnica constructiva de las catacumbas se basó en el uso de ladrillos y calicanto, una mezcla tradicional de cal, arena y clara de huevo. En su diseño, se distinguían diversas bóvedas sepulcrales, destinadas a cofradías y familias acaudaladas, dispuestas bajo los altares laterales. Posteriormente, tras un colapso en 1656, se llevó a cabo una reestructuración liderada por el arquitecto portugués Constantino de Vasconcelos en 1672, conectando las bóvedas independientes y expandiendo el complejo subterráneo.

A lo largo de los siglos, las catacumbas de Lima han sido testigos mudos de la historia. Desde su origen colonial hasta la época republicana, estas galerías subterráneas han sido escenario de enterramientos de figuras prominentes, como virreyes, religiosos y personalidades destacadas de la sociedad limeña. Sin embargo, su uso como lugar de sepultura legal fue descontinuado en 1821, en medio de un proceso de secularización social impulsado por los movimientos independentistas.

A pesar de su cese como cementerio activo, las catacumbas han perdurado como un importante patrimonio cultural. Tras décadas de permanecer clausuradas, fueron abiertas al público en 1950, permitiendo a los visitantes adentrarse en sus misteriosos pasajes y arcos centenarios. Hoy en día, las criptas de San Francisco continúan siendo un destino turístico fascinante, atrayendo a personas ávidas por explorar su historia y misterio.

Con una extensión que rivaliza con las catacumbas de París, las de Lima se erigen como las más grandes y mejor conservadas de Sudamérica. Esta vasta red de túneles y sepulcros ofrece una ventana al pasado colonial de la ciudad, siendo un testimonio tangible de su rica historia y legado cultural. Los visitantes tienen la oportunidad de recorrer este laberinto subterráneo de lunes a domingo, sumergiéndose en un viaje en el tiempo que despierta la curiosidad y el asombro ante la grandeza de épocas pasadas.

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