Lo que usted ve de la tierra esta EN VIVO, se transmite desde una cámara HD externa montada en la ISS (Estación Espacial Internacional). La cámara está mirando hacia la Tierra con un panel solar ocasional que pasa a través de la vista.
Por lo tanto, sabemos que la ISS se mueve a una velocidad de 7.66 kms por segundo lo que significa que da una vuelta a la tierra cada 90 minutos aproximadamente. En esos 90 minutos la cámara pasará observando el dia y la noche.
Para tener un ejemplo podríamos decir que la ISS dará 16 vueltas alrededor de la tierra en 24 horas.
La ISS esta orbitando la tierra a una velocidad de 7.66 kms por segundo y lo puedes observar en esta simulación de ubicación de la ISS. Aqui se puede ver una parte de los continentes en color oscuro, esto indica que estan de noche. ¡Observalo bien porque se esta moviendo!.
Actualmente, hay varias formas de ver la Tierra en vivo desde el espacio. La principal fuente de imágenes en tiempo real proviene de las cámaras instaladas en la Estación Espacial Internacional (EEI). La EEI orbita la Tierra a una altitud de aproximadamente 400 kilómetros y transmite imágenes en vivo a través de su sitio web y otras plataformas en línea. Puedes acceder a estas transmisiones para ver la Tierra desde la perspectiva de los astronautas que están a bordo de la estación.
Además de la EEI, hay varios satélites que proporcionan imágenes en tiempo real de la Tierra. Estos satélites se utilizan para una variedad de propósitos, como la observación del clima, el monitoreo ambiental y la comunicación. Algunos de estos satélites, como los de la serie GOES de la NOAA, transmiten imágenes en vivo de la Tierra a través de sus páginas web.
También existen empresas privadas que han lanzado sus propios satélites para capturar imágenes en tiempo real de la Tierra. Estas imágenes están disponibles para el público a través de sus sitios web y aplicaciones móviles.
Es importante destacar que, si bien se puede acceder a imágenes en tiempo real de la Tierra desde el espacio, la disponibilidad puede variar según las condiciones y las limitaciones técnicas. Además, la calidad de las imágenes puede depender de factores como la ubicación de la fuente de imágenes y las condiciones climáticas.
La capacidad de ver la Tierra en vivo desde el espacio es relativamente reciente en términos históricos. La transmisión en vivo de imágenes de la Tierra desde el espacio comenzó a ser posible con los avances en la tecnología espacial y la puesta en órbita de satélites y estaciones espaciales tripuladas.
La primera vez que se transmitieron imágenes en vivo de la Tierra desde el espacio fue durante la misión Apolo 8 de la NASA en diciembre de 1968. Durante esta misión, los astronautas orbitaron la Luna y pudieron capturar imágenes en vivo de la Tierra desde la perspectiva lunar.
Sin embargo, la capacidad de ver la Tierra en vivo de manera continua y desde una órbita terrestre baja comenzó con el lanzamiento de la Estación Espacial Internacional (EEI) en 1998. La EEI ha sido ocupada de forma continua por astronautas desde entonces, y cuenta con cámaras a bordo que transmiten imágenes en vivo de la Tierra a través de diferentes canales de comunicación.
Además de la EEI, también se han lanzado varios satélites dedicados a la observación de la Tierra que han proporcionado imágenes en tiempo real. Estos satélites, como los de la serie GOES de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de los Estados Unidos, transmiten imágenes continuas de la Tierra para monitorear el clima y otros fenómenos.
La capacidad de ver la Tierra en vivo desde el espacio comenzó con la misión Apolo 8 en 1968 y se ha desarrollado aún más con el establecimiento de la Estación Espacial Internacional y el lanzamiento de satélites de observación de la Tierra.
La posibilidad de ver la Tierra en vivo desde el espacio ofrece varios beneficios y oportunidades tanto científicas como educativas. Algunos de los beneficios incluyen:
Observación del clima: Al ver la Tierra en tiempo real, se puede monitorear y estudiar el clima de manera más precisa. Las imágenes en vivo permiten seguir la evolución de los patrones climáticos, rastrear tormentas, huracanes y otros fenómenos meteorológicos, lo que es vital para la predicción del clima y la gestión de desastres naturales.
Ver la Tierra en vivo desde el espacio brinda beneficios significativos en términos de monitoreo climático, investigación científica, conciencia global, educación y divulgación. Estas imágenes en tiempo real nos ayudan a comprender mejor nuestro planeta y a tomar decisiones informadas sobre su preservación y cuidado.
La ISS orbita la Tierra a una altitud de aproximadamente 400 kilómetros. Debido a esta distancia, la señal de comunicación tarda un cierto tiempo en viajar desde la estación hasta las estaciones terrestres en la superficie de la Tierra. En promedio, el tiempo de viaje de la señal de la EEI a la Tierra es de aproximadamente 0,7 segundos.
El Carnaval de Cajamarca, una festividad enraizada en la rica historia peruana, emerge como un derroche de cultura, color y tradición que cautiva los corazones de propios y visitantes por igual. Este vibrante evento, que tiene lugar principalmente entre febrero y marzo, se celebra con gran entusiasmo en la ciudad homónima de Cajamarca, Perú. La festividad alcanza su apogeo en el Miércoles de Ceniza, aunque sus emocionantes eventos preliminares comienzan quince días antes, brindando a la comunidad la oportunidad de sumergirse en la efervescencia festiva.
El Carnaval de Cajamarca tiene sus raíces en el siglo XVI, marcado por la conquista del imperio español en la región. Desde entonces, ha evolucionado y se ha arraigado en la cultura local, ganando popularidad en los años 1930. Su importancia fue consagrada en 2002, cuando fue declarado como fiesta nacional mediante la Ley 27667. Un nombre que resuena en la historia del carnaval es el de Horacio Gálvez Alva, quien desempeñó un papel crucial en la modernización de esta colorida celebración.
En el centro de la festividad se encuentra Ño Carnavalón, también conocido como Rey Momo, una figura inspirada en la personificación de la sátira y carnaval. Este alegre muñeco se convierte en el protagonista de un animado pasacalles que recorre los representantes de los diversos barrios de la ciudad, desde su apertura hasta su simbólico velorio en el Martes de Carnaval y su entierro posterior en los Baños del Inca durante el Miércoles de Ceniza. Este animado desfile no solo destaca el folclore local sino también integra diversas actividades turísticas, como exhibiciones de gastronomía, desfiles de vestimentas y disfraces coloridos, concursos de belleza, y la vibrante danza típica de la zona: el cashua. Además, otros bailes tradicionales como el cilulo, la matarina y el cumbe cumbe también se incorporan para enriquecer la experiencia festiva.
El evento principal atrae a multitudes impresionantes, con aproximadamente 70 mil personas congregadas durante el corso en 2017 y un asombroso aumento a 300 mil participantes en el día central en 2016. Estas cifras reflejan la magnitud y la importancia cultural que el Carnaval de Cajamarca ha alcanzado a lo largo de los años.
El carnaval no solo es un festín visual y festivo, sino que también rinde homenaje a las expresiones culturales más antiguas de la región. La copla y su variante, el contrapunto, desempeñan un papel fundamental en la narrativa festiva, ofreciendo cuartetos rimados que exploran las vivencias amorosas y se acompañan de instrumentos como la guitarra y el acordeón. Estas expresiones fueron reconocidas y honradas como Patrimonio Cultural de la Nación en 2017, un testimonio de la profundidad cultural que impregna el Carnaval de Cajamarca.
A medida que la festividad ha evolucionado, nuevos eventos preparativos como los "jueves de compadres" han surgido, ofreciendo sesiones musicales no religiosas en el barrio de San Pedro. La elección de una viuda mediante un concurso y la dispersión de sus restos en cenizas, con la intención de legar su "herencia" a las autoridades locales, son elementos que agregan capas de significado y simbolismo a la celebración.