Historia de amor en una tienda

Enrique era un joven estudiante universitario con una vida bastante común, pero con un evento especial a la vuelta de la esquina: un compromiso social al que debía asistir. La ocasión requería un toque de elegancia, y Enrique decidió que una corbata sería el complemento perfecto para su atuendo. Decidió buscar en las tiendas cercanas, esperando encontrar algo que llamara su atención.

Entre las muchas tiendas de ropa, se topó con una pequeña pero acogedora tienda de moda masculina. Al entrar, sus ojos se posaron en una joven vendedora de cabello oscuro y ojos brillantes: Beatriz. Su sonrisa era cálida y su atención, dedicada.

Beatriz notó a Enrique de inmediato. Su elegancia natural y su presencia amable la hicieron sentirse intrigada. Enrique, un tanto nervioso por su presencia, le pidió ayuda para elegir la corbata perfecta. Con paciencia y buen gusto, Beatriz le mostró varias opciones hasta que Enrique encontró la ideal.

El tiempo pasó y Enrique no pudo sacar a Beatriz de su mente. En un intento por volver a verla, ideó una excusa: devolver la corbata, alegando algún defecto de fabricación. Sorprendida, Beatriz lo atendió de manera profesional, pensando que era solo otro cliente con un problema menor.

Los días transcurrieron y Enrique no pudo resistir la tentación de regresar a la tienda una y otra vez. Cada visita era una excusa para encontrarse con Beatriz, aunque fuera solo por unos breves momentos. Comenzó a comprar corbatas con más frecuencia de la necesaria, buscando cualquier excusa para estar cerca de ella.

Beatriz, por su parte, comenzó a notar la regularidad de las visitas de Enrique. Al principio, lo tomó como un gesto amable de un cliente habitual. Sin embargo, conforme pasaba el tiempo, empezó a preguntarse si había algo más detrás de esas visitas frecuentes.

Finalmente, un día, Enrique reunió el coraje suficiente para confesar sus sentimientos hacia Beatriz. Con palabras torpes pero sinceras, le expresó lo especial que ella se había vuelto para él. Beatriz, sorprendida pero conmovida, admitió que también había sentido una conexión especial con Enrique desde el principio.

Así, lo que comenzó como una simple búsqueda de una corbata se convirtió en el inicio de una hermosa historia de amor. Enrique y Beatriz comenzaron a salir, compartiendo risas, conversaciones profundas y momentos especiales juntos. La tienda se convirtió en el lugar donde floreció su romance, recordándoles siempre el momento en que sus vidas se entrelazaron de manera inesperada pero hermosa.

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