Plaza Bolognesi de Lima

La Plaza Bolognesi, situada en el Cercado de Lima y el distrito de Breña, destaca como una icónica rotonda en la capital peruana. Rodeada por las avenidas Brasil, Arica, Alfonso Ugarte, Guzmán Blanco y 9 de Diciembre, junto al jirón Paraguay, esta plaza rinde homenaje al coronel Francisco Bolognesi, héroe nacional por su participación en la batalla de Arica contra Chile.

Con su inauguración en 1905, la plaza se erigió como un símbolo patriótico, albergando la ceremonia anual de la Bandera del Perú cada 7 de junio. Su diseño original, con edificaciones republicanas pintadas de celeste, ha cedido paso al deterioro y la ocupación por locales partidarios.

En el corazón de la plaza se alza un obelisco con una escultura de Bolognesi, obra del escultor Artemio Ocaña, realizada en bronce fundido a partir de casquillos de proyectiles de artillería. Esta escultura reemplazó a la original, criticada por no representar adecuadamente al héroe. El cambio, llevado a cabo en 1954 durante el gobierno de Manuel A. Odría, generó controversia por su abrupta sustitución.

La historia de la plaza se remonta a su colocación de la primera piedra en 1902, bajo la presidencia de José Pardo y Barreda. La ceremonia inaugural, aplazada hasta 1905, contó con la presencia de Roque Sáenz Peña, sobreviviente de la batalla de Arica, y el emotivo discurso del presidente Pardo. Desde entonces, la plaza ha sido testigo de eventos patrióticos, incluido el juramento de fidelidad a la bandera.

Hoy en día, la Plaza Bolognesi no solo conserva su importancia histórica, sino que también sirve como punto de encuentro para expresiones artísticas y políticas en la ciudad de Lima. Su relevancia perdura como un símbolo de la valentía y la identidad nacional peruana.

Plaza Dos de Mayo de Lima

En el corazón de Lima, la capital del Perú, se encuentra la emblemática Plaza Dos de Mayo, en la intersección de las avenidas Colonial, Alfonso Ugarte y Colmena. Este lugar, marcado por la historia, conmemora el coraje de los peruanos en el enfrentamiento naval del 2 de mayo de 1866 contra la Armada Española. El Monumento a la Victoria del 2 de mayo se erige como símbolo de este evento, celebrado como un triunfo en la guerra hispano-sudamericana.

La génesis de esta plaza se remonta al gobierno de Mariano Ignacio Prado, poco después del combate. Se decidió erigir un monumento en el lugar conocido como Óvalo de la Reina, ahora orientado hacia el mar, donde se alzaba la Portada del Callao en tiempos coloniales. El diseño del monumento, seleccionado mediante concurso público, inicialmente incluía un homenaje al héroe José Gálvez Egúsquiza. Sin embargo, el gobierno decidió posteriormente que el monumento debía honrar a todos los defensores del Callao, y así se modificó el diseño.

La construcción estuvo a cargo del arquitecto francés Edmond Guillaume y el escultor Leon Cugnot, quienes llevaron a cabo la obra en París. El monumento, finalmente inaugurado el 29 de julio de 1874 bajo el gobierno de Manuel Pardo, presenta una columna estriada coronada por la figura dorada de la diosa Victoria. En la base, se representan escenas del combate y se homenajea a los países aliados en la lucha contra España.

A lo largo de los años, la plaza ha sido testigo de transformaciones y desafíos. En 1924, durante el gobierno de Augusto B. Leguía, se construyeron elegantes edificios que imitaban el estilo parisino alrededor de la plaza, gracias al financiamiento de Víctor Larco Herrera. Sin embargo, en décadas posteriores, la plaza cayó en abandono, albergando ferreterías y fábricas clandestinas.

En tiempos más recientes, la Plaza Dos de Mayo ha enfrentado desafíos adicionales. En 2011, manifestantes ocuparon la plaza durante varios meses, causando daños significativos. En 2014, incendios afectaron a los edificios circundantes, dejando heridos y daños materiales. Posteriormente, en 2017, otro incendio devastó un edificio monumental cercano.

Estos eventos turbulentos reflejan la historia tumultuosa y la lucha por la preservación de un lugar emblemático en el corazón de Lima. A pesar de los desafíos, la Plaza Dos de Mayo sigue siendo un símbolo de la resistencia y la memoria histórica de Perú.

Casa de Correos y Telégrafos de Lima

La Casa de Correos y Telégrafos, ubicada en el corazón del centro histórico de Lima, es el epicentro de las operaciones postales en la capital peruana. Erigido en 1897 en un estilo Beaux Arts, el imponente edificio de 6537 m² es una obra maestra arquitectónica que alberga una rica historia. Comisionada por el presidente Remigio Morales Bermúdez y diseñada por los arquitectos Emilio Pazo y Máximo Doig, su construcción estuvo supervisada por Manuel J. San Martín y Eduardo de Brugada. A lo largo de los años, ha experimentado varias expansiones para adaptarse a la creciente demanda postal y las innovaciones tecnológicas. En 1924, se incorporó un pasaje que conecta las calles Camaná y de la Unión, convirtiéndose en un espacio comercial activo que alberga el Archivo General de la Nación y galerías comerciales. Reconocida como Monumento Histórico en 1972, la Casa de Correos y Telégrafos no solo sirve como centro postal, sino que también ha albergado el Museo Postal y Filatélico del Perú, exhibiendo objetos históricos y promoviendo la afición por la filatelia. Desde 2011, el edificio ha sido el hogar de la Casa de la Gastronomía Peruana, destacando la rica tradición culinaria del país.

Jirón Ocoña en Lima

El Jirón Ocoña, situado en el corazón del centro histórico de Lima, Perú, es una calle emblemática que se extiende desde el jirón de la Unión hacia el oeste a lo largo de cuatro cuadras, siguiendo el trazo legado por el conquistador Francisco Pizarro en 1535. Aunque su denominación actual se remonta al siglo XIX, cuando fue bautizada en honor al distrito de Ocoña en Arequipa.

Durante el primer gobierno de Alan García Pérez, el Jirón Ocoña se convirtió en un epicentro financiero, ganando el apodo de la «Wall Street de Lima» debido a la proliferación de cambistas y casas de cambio, impulsados por la alta inflación y la libertad de cambio. Aunque hoy en día la actividad de compra y venta de moneda extranjera ha disminuido en la zona, aún alberga una notable cantidad de estos negocios.

Antes de adoptar su nombre actual, cada cuadra del Jirón Ocoña tenía denominaciones distintas, reflejando la rica historia de la ciudad. Por ejemplo, la primera cuadra era conocida como «Matajudíos», en referencia a una finca de la familia Matamoros en el siglo XVII. La segunda cuadra llevaba el nombre de «Pilitricas», cuyo origen se desconoce, mientras que la tercera era llamada «Ibarrola» en honor al Alférez Domingo de Ibarrola, Alcalde del Callao en el siglo XVIII.

El recorrido por el Jirón Ocoña ofrece una mezcla de historia y comercio. Comenzando en el vértice noreste de la Plaza San Martín, la primera cuadra alberga los multicines UVK, mientras que en sus aceras se encuentran el Gran Hotel Bolívar y numerosas casas de cambio. A medida que avanzamos, las siguientes cuadras muestran un carácter residencial, aunque con signos de deterioro. Finalmente, la última cuadra, que solía llegar hasta la Avenida Tacna detrás del Hotel Crillón, marca el final de este icónico trayecto limeño.

Jirón Conde de Superunda de Lima

El Jirón Conde de Superunda, una calle emblemática del centro histórico de Lima, Perú, rinde homenaje a José Antonio Manso de Velasco, conde de Superunda, quien fuera Virrey del Perú en el siglo XVIII. Su trazado se extiende desde el Jirón de la Unión hacia el oeste, siguiendo la línea del Jirón Junín en seis cuadras.

Esta vía, en sus orígenes, fue trazada por Francisco Pizarro en la fundación de Lima en 1535 y bordea la Plaza de Armas, siendo crucial en el desarrollo de la ciudad. Aunque su nombre actual se le otorgó en el siglo XX, inicialmente fue conocida como Jirón Lima y antes de eso, cada una de sus seis cuadras tenía denominaciones distintas, reflejando la historia y la evolución urbana de Lima.

El recorrido por el Jirón Conde de Superunda revela su importancia histórica y arquitectónica. En la primera cuadra se alzan el Palacio Municipal de Lima, la Plaza Perú, que en el pasado alojaba la estatua ecuestre de Francisco Pizarro, y otros edificios emblemáticos como el Palacio de Correos. La segunda cuadra alberga la imponente Iglesia de Santo Domingo, un destino turístico popular, junto con tiendas de souvenirs y artesanías. Más adelante, entre las cuadras cuatro y cinco, se encuentra la Avenida Tacna, límite occidental del Damero de Pizarro.

El recorrido culmina cerca del Barrio Monserrat, donde la calle se encuentra con el Jirón Cañete, pasando por la espalda del Santuario de Santa Rosa de Lima. A lo largo de sus seis cuadras, el Jirón Conde de Superunda narra la historia y la identidad de Lima, desde sus orígenes coloniales hasta la Lima contemporánea, fusionando pasado y presente en sus emblemáticos edificios y rincones históricos.

Jirón Áncash en Lima

El Jirón Áncash, una emblemática calle del centro histórico de Lima, Perú, se extiende desde el Jirón Carabaya hacia el este, abarcando 18 cuadras hasta llegar al cruce con la Avenida José de la Riva-Agüero, en el distrito de El Agustino. Su trazado histórico se remonta a la fundación de la ciudad en 1535 por el conquistador Francisco Pizarro. En el siglo XVI, la Iglesia de San Francisco se erigió en esta vía, y se cuenta que durante un sismo en 1630, una imagen de la Virgen María se volvió hacia el altar mayor de la iglesia, interpretado como un milagro por los limeños. Esto condujo a la construcción de la Capilla del Milagro en el mismo lugar. La calle también albergó instituciones educativas como el Colegio Mayor de San Felipe y San Marcos, así como monasterios durante los siglos XVII y XVIII.

En el siglo XIX, la calle presenció el establecimiento de la Estación de Desamparados, una importante terminal ferroviaria. Más tarde, en 1956, debido al colapso del Cementerio Presbítero Maestro, se construyó el Cementerio del Ángel, dando lugar al área conocida como Avenida Cementerio. Antes de ser designada como Jirón Áncash en 1862, cada una de las 13 cuadras de esta vía tenía nombres distintos, reflejando su rica historia y desarrollo urbano a lo largo de los siglos.

El recorrido por el Jirón Áncash ofrece una visión fascinante de la historia y la arquitectura limeña. Desde la intersección con el Jirón de la Unión, donde se encuentra la puerta posterior del Palacio de Gobierno, hasta la Basílica y Convento de San Francisco, un punto turístico destacado, y más allá hasta los Barrios Altos, cada cuadra cuenta historias únicas. La presencia de iglesias como Trinitarias, Santa Clara y Mercedarias añade un toque de espiritualidad a esta calle histórica.

El tramo final del Jirón Áncash alberga los cementerios Presbítero Maestro y El Ángel, recordando el pasado mientras mira hacia el futuro. Esta zona, conocida como Avenida Cementerio, es testigo de la vida cotidiana y los desafíos de los asentamientos humanos como Anzieta Alta. La calle termina su recorrido en el cruce con la Avenida José de la Riva-Agüero, cediendo paso a la Avenida César Vallejo.

En resumen, el Jirón Áncash es mucho más que una calle; es un tesoro de historia, cultura y arquitectura que sigue siendo relevante en la Lima contemporánea.

Avenida Nicolás de Piérola de Lima

La avenida Nicolás de Pierola, popularmente conocida como «La Colmena», se sitúa en el centro histórico de Lima, Perú, marcando el límite sur del Damero de Pizarro. Fundada en 1900, lleva el nombre del expresidente Nicolás de Pierola en reconocimiento a su inauguración durante su mandato en 1898, como parte de los esfuerzos para modernizar la ciudad. Inicialmente, fue una arteria aristocrática con arquitectura republicana similar a la avenida de Mayo en Buenos Aires, pero en los años 80 sufrió deterioro debido a problemas de seguridad y prostitución. A partir de finales de los 90, experimentó una revitalización comercial con la instalación de bancos, restaurantes y centros de llamadas, además de la restauración de muchos de sus edificios.

A lo largo de sus 17 cuadras de oeste a este, la avenida muestra contrastes en su conservación, siendo el sector correspondiente al Damero de Pizarro el mejor conservado. Sin embargo, las últimas cuadras muestran un estado de conservación inferior. La plaza San Martín divide la avenida, antiguamente denominada Colmena Izquierda, desde la avenida Miguel Grau.

El recorrido de la avenida comienza en la Plaza Dos de Mayo, donde destaca el edificio central de la Universidad Nacional Federico Villarreal. A lo largo de su trayecto, se encuentran lugares emblemáticos como la Plaza San Martín y el Parque Universitario, así como el Gran Hotel Bolívar y el Edificio Alzamora Valdez, este último fue el edificio más alto del Perú entre 1952 y 1973. Además, alberga el Jurado Nacional de Elecciones y, en su cuadra 15, se encontraba el Penal San Jorge, una antigua cárcel. La avenida concluye en la intersección con la avenida Miguel Grau, cerca de la facultad de medicina humana de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

En resumen, la avenida Nicolás de Pierola, más conocida como «La Colmena», es una vía emblemática en el centro histórico de Lima, que ha pasado por períodos de esplendor y declive, pero que en la actualidad muestra signos de recuperación y revitalización comercial.