Poemas a la Familia

Mi Familia

En el seno de amor, donde el lazo es eterno,
surge la familia, tesoro más tierno.
Agradezco a Dios por sus dones sin par,
bendiciones divinas que siempre han de estar.

Como la Sagrada Familia de Nazaret,
donde el cielo y la tierra se encuentran en pie.
José, María y el niño en su luz,
reflejan el amor que es un don, no una cruz.

En el hogar, como en aquel rincón sagrado,
se entrelazan los lazos, firmes y agradecidos.
Padres e hijos, unidos con fe,
cultivando virtudes que florecen con la ley.

Padre celestial, en tus manos depositamos,
la familia que en la tierra edificamos.
Con sabiduría y amor infinito,
guíanos por el camino recto.

Como José, protector y fiel,
en las adversidades, nuestra roca y laurel.
María, madre llena de gracia,
enséñanos la virtud que a la vida abraza.

Y el niño, reflejo de esperanza,
en sus ojos la luz que la senda avanza.
Que en cada amanecer, sea el amor la guía,
iluminando nuestras almas con pura alegría.

Bajo el techo de nuestro hogar bendito,
donde la paz y la armonía son un rito.
Damos gracias a Dios, fuente de todo bien,
por la familia, regalo que no tiene fin.

En las alegrías y en los días grises,
en los encuentros y en las despedidas.
Que el lazo familiar, como el de Nazaret,
sea fortaleza, amor que nunca se desvanezca.

En cada rezo, en cada mesa compartida,
en la risa y en la lágrima contenida.
Agradecemos, Señor, por el regalo divino,
la familia, faro que guía nuestro destino.

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