Poemas por el día de la Madre

En tu día Madre

En la aurora suave de mayo, brillante,
una flor especial en el jardín resplandece,
madre, tierna esencia, amor constante,
tu luz guía, en el alma florece.

Eres la melodía en el amanecer,
canto suave que acaricia el corazón,
madre querida, en tu ser renacer,
un lazo eterno, puro como canción.

En tus brazos, refugio y calma,
como el sol abraza la tierra amada,
madre amante, sublime y sin palma,
tu amor es la esencia, la eternidad anhelada.

En cada gesto, en cada sacrificio,
tejiendo sueños con hilos de abrigo,
madre valiente, en tu corazón edificio,
donde el amor es el eterno testigo.

Oh, madre querida, en tu día sagrado,
celebramos el regalo de tu ser,
con gratitud, con amor colmado,
te honramos, en este amanecer.

Benditas manos que forjan el destino,
labrando senderos con dulce destreza,
madre, eres faro, eres divino camino,
guiándonos con amor, con gran firmeza.

En el lienzo de la vida, tú eres arte,
pintando colores de esperanza y fe,
madre, eres luz que nunca parte,
firme ancla en la tempestad cruenta y a pie.

Hoy, en tu día, se eleva la voz,
gracias eternas por tu amor sin final,
madre, eres la flor más hermosa en el jardín veloz,
bendición eterna, nuestro faro celestial.

Madre divino tesoro

Madre divino tesoro, joya de la creación,
en tu ser se entrelazan amor y devoción.
Eres luz que guía en la oscura noche,
un faro eterno de amor y derroche.

Tus manos, bordadoras de sueños,
tejiendo esperanzas con dulces empeños.
En cada gesto, en cada mirar,
se refleja el amor que no deja de brillar.

En el vaivén de la vida, roca firme eres,
construyendo puentes sobre los ríos de ayeres.
Madre, columna que sostiene el hogar,
eres abrazo cálido que nunca dejará de abrazar.

En tus ojos resplandece la estrella,
que ilumina caminos, que destierra
las sombras del temor y la incertidumbre,
madre, eres la calma en medio de la cumbre.

Divino tesoro, en tu risa encuentro paz,
un bálsamo que cura, que nunca deshace faz.
Eres el sol que ilumina días grises,
madre, en tus brazos todo mal se desliza.

Aun en la tormenta, eres esperanza,
la melodía suave que el alma alcanza.
Madre, en tus manos guardo mi fortuna,
eres la musa eterna, mi eterna cuna.

Oh, madre divino tesoro, radiante flor,
en tu amor encuentro mi mejor fervor.
Contigo, la vida es un eterno encanto,
eres mi refugio, mi eterno manto.

En este día que te dedico, sublime ser,
gracias por ser mi guía, por renacer.
Madre, divino tesoro, mi faro y mi amor,
en tu abrazo encuentro mi eterno fulgor.

Mi Madre querida

En el jardín de la vida, mamá es la flor,
brillando con amor, es nuestro sol de calor.
Sus abrazos son como alas que nos elevan,
una melodía suave, en cada pena nos releva.

En sus ojos encuentro un cielo de ternura,
su risa es el mejor regalo, ¡oh, qué dulce dulzura!
Madre, eres mi héroe, mi estrella en el cielo,
contigo, el amor es un eterno destello.

En este día especial, mamá querida,
te regalo sonrisas y mi alma agradecida.
Eres mi refugio, mi guía, mi hogar,
te amo, mamá, siempre y sin cesar.

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