Poemas a Santa Rosa de Lima

Santa Rosa de Lima

En tierras limeñas, Rosa de ternura,
cada 30 de agosto, tu luz perdura.
Patrona del Perú, con amor divino,
Santa Rosa de Lima, en el cielo camino.

Nacida Isabel, en abril florecida,
a Dios consagrada, vida compartida.
En 1668, el Papa te beatificó,
y en el 30 de agosto, tu día se honró.

En Filipinas y tierras distantes,
eres patrona, en todos los instantes.
La Policía Nacional, en tu virtud confía,
cada 30 de agosto, celebrando con alegría.

En el concierto celeste, tu nombre es canción,
Santa Rosa de Lima, eterna bendición.
Con mirada serena, en el rosal florido,
tu amor persiste, en cada latido.

Santa Rosa de Lima

Bajo el cielo de Lima, en abril nacida,
Santa Rosa de amor, en fe compartida.
A temprana edad, consagró su destino,
a Dios y a los enfermos, su divino camino.

Cada 30 de agosto, se alza la festividad,
en honor a la santa, con gran solemnidad.
Primera Santa de América, luz radiante,
su vida filantrópica, ejemplo constante.

Isabel Flores de Oliva, su nombre terrenal,
en la orden dominica, su llamado esencial.
Patrona de Lima, y del Perú amada,
su presencia en el cielo, nunca olvidada.

En 1586, abril le vio nacer,
en el suelo limeño, para renacer.
A los 31 años, dejó este mundo terrenal,
dejando un legado de amor celestial.

En 1668, el Papa Clemente IX la beatificó,
por sus milagros, por el bien que sembró.
Patrona principal de tierras lejanas,
en Filipinas y las Indias, sus huellas tempranas.

El 12 de abril de 1671, fecha eternizada,
el Papa Clemente X su santidad canonizó.
Patrona de América, en sus manos benditas,
en el cielo resplandece, estrella infinita.

Aunque el Concilio Vaticano II cambió la fecha,
cada 30 de agosto, su presencia nos acecha.
La Policía Nacional del Perú, en su virtud confía,
celebrando el “Día de Santa Rosa”, con fe y alegría.

En cada corazón, su devoción perdura,
como protectora y guía, fuerza segura.
Santa Rosa de Lima, celeste patrona,
tu luz en nuestros días, eterna corona.

Los caminos de Santa Rosa de Lima

En los campos de la fe, Santa Rosa de Lima,
resplandece tu luz, divina y divina.
En la tierra peruana, en jardines de amor,
floreció tu virtud, radiante esplendor.

Rosa de los desiertos, en penitencia pura,
te consagraste al cielo, alma tan segura.
En tu celda humilde, en oración profunda,
te elevabas al cielo, alma fecunda.

Oh flor de la santidad, en la tierra nacida,
tus manos tejieron bondad y vida.
Con rosas y espinas, tu sendero trazado,
caminaste hacia Dios, corazón entregado.

En la noche oscura, tu luz resplandece,
como estrella guiando, amor que no perece.
Con el Santo Rosario, oración constante,
te uniste al divino, amor resonante.

Santa Rosa de Lima, patrona bendita,
tus virtudes nos guían, luz infinita.
En tu santuario, en Lima erguido,
se eleva tu espíritu, siempre vivo.

Oh Santa Rosa, intercede por nosotros,
ante el trono divino, ríos de gozos.
Con tu ejemplo sagrado, nos inspiras,
a seguir el camino, lleno de liras.

En la historia y el tiempo, tu nombre resuena,
como canto eterno, dulce melodía plena.
Santa Rosa de Lima, en el cielo radiante,
guía nuestras almas, eternamente amante.

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